El Celta afronta esta tarde la trigésimo tercera jornada de Liga ante el Villarreal (Balaídos, 19 horas, Dazn) desde la octava plaza, que le daría derecho a disputar la Conference League, pero sin descartar la séptima, de la que le separa un punto cuando restan seis duelos para cerrar la temporada. Para no descolgarse de esa pelea, el conjunto vigués tendrá que superar en esta ocasión a un rival con un enorme potencial, que aspira a clasificarse para la Champions. Celestes y amarillos llegan a esta cita, además, enrabietados por los polémicos arbitrajes sufridos ante el Barcelona y la Real Sociedad, respectivamente. El escaso margen de descanso para disputar esta jornada intersemanal obligará tanto a Claudio Giráldez como a Marcelino García Toral a realizar rotaciones en unos onces con importantes ausencias: por los célticos es baja el lesionado Starfelt, mientras que los amarillos pierden a Akhomach, Álex Baena, Raúl Albiol y Gerard Moreno por lesión y a Sergi Cardona por sanción. En Balaídos sí estará Denis Suárez, que regresa por primera vez a Vigo tras protagonizar hace dos años una polémica salida del club después de que el entonces presidente del Celta, Carlos Mouriño, le acusase de «mercadear» con jóvenes valore de la cantera de A Madroa a través de su agencia de representación. Para la cita de hoy, el estadio vigués estrenará un graderío portátil en el fondo de Gol con capacidad para seiscientas personas.
Después de encadenar dos derrotas (ante Espanyol y Barcelona), el Celta necesita recuperar la fortaleza que encontró este curso en Balaídos para seguir soñando con volver a una competición europea ocho años después de disputar las semifinales de la Europa League. Los de Giráldez no ganan en casa desde que a principios de abril remontasen ante el Leganés (2-1), pues posteriormente cedieron un empate ante el Las Palmas y los tres puntos contra el Espanyol. Ante el conjunto groguet, los celestes afrontan el antepenúltimo partido en casa de este curso. Después pasarán por Balaídos Sevilla y Rayo Vallecano.
La cita de esta tarde se presenta, a priori, complicada para los celestes, que en la primera vuelta cayeron por la mínima en La Cerámica en un partido trepidante tras el descanso, que resolvió Parejo desde el punto de penalti en el minuto 100 (4-3). Entonces, los gallegos desaprovecharon una ventaja de 1-2 y varias ocasiones claras de gol para dejar sentenciado el partido en la recta final.
No aprendieron de la mala experiencia porque el pasado sábado volvieron a desaprovechar una ocasión incluso más favorable ante el Barça (1-3 ganaban en el minuto 62). Un penalti transformado por Raphinha en el minuto 98 acabó con las ilusiones de un equipo que se sintió perjudicado por el árbitro, Melero López, que pasó por alto posibles expulsiones de Íñigo Martínez y Raphinha y un supuesto penalti a Mingueza.
El Villarreal, por su parte, llega a este compromiso en la quinta plaza (puesto Champions) después de ceder un empate en casa ante la Real Sociedad (2-2). En ese partido, el protagonismo se lo llevó el colegiado Cuadra Fernández, que anuló tres goles al conjunto castellonense en la segunda parte.
Ante un Villarreal que pese a las bajas cuenta con excelentes futbolistas, entre los que destaca un Ayoze Pérez en estado de gracia que acumula 14 goles, el Celta tratará de llevar la iniciativa y blindar su portería, pues figura como el tercer equipo de LaLiga que más goles encaja (49).
Guaita estará arropado por Javi Rodríguez, posiblemente Jailson o Carlos Domínguez y Marcos Alonso, con Mingueza y Hugo Álvarez por los costados. El canterano acumula nueve partidos sin jugar por una lesión de rodilla. Damián y Sotelo se perfilan como pivotes y no sería la única línea que se renovaría al completo con respecto a la jornada anterior, pues Fer López, Aspas y Alfon se perfilan como titulares para el ataque.
Marcelino, por su parte, seguirá contando en la portería con Luiz Junior, pese al grave error ante la Real Sociedad. Kiko Femenía, Foyth, Costa y Pedraza formarán la línea defensiva, con Gueye, Santi Comesaña, Parejo y Yeremy Pino en el centro del campo. Arriba, Barry y Ayoze Pérez.