El Girona se juega buena parte de su temporada este lunes en Montilivi (21:00, DAZN). Frente al Mallorca, el equipo de Míchel afronta un partido crucial para su continuidad en Primera División.
Con cinco jornadas por disputarse, los ‘blanc-i-vermells’ ocupan la decimoséptima posición en la tabla con 35 puntos y tienen ante sí una oportunidad de oro: una victoria no sólo cortaría la racha de once encuentros sin ganar, sino que dejaría al equipo con seis puntos de margen respecto al descenso y con la permanencia prácticamente en el bolsillo.
Onces probables de Girona y Mallorca
Es un duelo marcado en rojo en el calendario. El empate ante el Leganés en Butarque, con el gol encajado en el tiempo añadido fue un duro golpe emocional. Falta es ese punto de contundencia y fortuna que tantas veces marca la diferencia en los tramos finales de temporada.
La visita del Mallorca, además, viene envuelta en una narrativa cruzada: los de Arrasate también se juegan mucho. Son novenos, con 44 puntos, y se mantienen en la lucha por los puestos europeos.
Sin embargo, no atraviesan su mejor momento: han perdido tres de los últimos cinco partidos y su producción ofensiva en 2025 es preocupante. Junto al Valladolid, son el equipo menos goleador del año natural, y encadenan dos encuentros consecutivos sin ver portería.
En contraste, los catalanes han mostrado una cara más eficaz en ataque en sus últimas apariciones como local. Aunque la racha negativa pesa, Montilivi ha sido tradicionalmente un fortín ante los baleares: los catalanes han ganado los últimos cuatro encuentros en casa frente a los baleares en LaLiga. Aun así, los visitantes llegan sabiendo que en los últimos tres enfrentamientos ligueros han salido victoriosos.
El técnico madrileño no podrá contar con Misehouy ni Van de Beek, ambos fuera por molestias, más Bryan Gil, lesionado hasta final de temporada. El equipo, pero, mantiene el bloque competitivo y, sobre todo, el convencimiento de que tiene fútbol y carácter para resolver la situación. Míchel insistió en la importancia de dejar atrás el bloqueo mental y reencontrarse con la esencia del equipo.
Enfrente, los isleños llegan como un bloque difícil de superar. Su sistema defensivo, su capacidad para pelear cada duelo y su experiencia en partidos apretados son argumentos de peso. Arrasate, además, conoce bien este tipo de contextos y ha conseguido que su equipo mantenga la identidad incluso cuando los resultados no acompañan. Además, podrán contar con Muriqi y Asano, quienes eran dudas. Abdón, Morlanes y Robert Navarro, en la misma situación, cayeron de la convocatoria.
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Montilivi dictará sentencia en un choque donde cada jugada puede valer una temporada. El Girona lo sabe: es ahora o nunca. Un triunfo que no solo traería aire, sino que podría marcar el principio del fin del sufrimiento. Frente a ellos, un Mallorca que quiere volver a respirar en zona europea.