A Xabi Alonso le espera el mayor reto de su corta carrera como entrenador. El Real Madrid es la máxima exigencia de los banquillos y le llega en medio de una temporada atípica, que arrancará para él sin pretemporada y con un título de por medio: el Mundial de Clubes. Su aterrizaje no supondrá una revolución total, pero sí cambios a nivel de estilo para una plantilla que, por otro lado, necesita urgentemente mejoras en su estructura táctica.
Queremos jugar al fútbol moderno. Esto significa: alta intensidad con y sin balón, activos en lugar de pasivos, y una mentalidad fuerte
Al menos eso es lo que se presupone viendo su paso por la Real Sociedad B y, sobre todo, por el Bayer. Xabi ya fue claro cuando aterrizó en Leverkusen: “Queremos jugar al fútbol moderno. Esto significa: alta intensidad con y sin balón, activos en lugar de pasivos, y una mentalidad fuerte”. No parece que vaya a cambiar mucho de idea tras su éxito en Alemania.
En un primer vistazo, lo primero que podemos apreciar rápidamente es que los valores de COACHINSIDE, la plataforma de análisis de datos de entrenadores pensada para clubes y técnicos, nos dicen que Xabi mantiene el rendimiento de sus equipos a nivel ofensivo y defensivo en relación a otros entrenadores de su nivel y destaca también por que la mayoría de los cambios que realiza tienen una influencia positiva en el resultado del partido. Pero Xabi es mucho más y hay varios aspectos en los que, presumiblemente, le dará una vuelta al Real Madrid.
Sistema de tres centrales
La gran novedad radicará en el cambio del sistema de juego. En el Real Madrid hay un cierto arraigo a cualquier sistema que presente cuatro defensas, no sólo con Ancelotti, sino también con otros entrenadores anteriores al italiano, predominando el 1-4-4-2 y el 1-4-3-3. Puntualmente se usó uno con cinco defensas, pero habría que remontarse al Madrid de la Octava para ver un sistema diferente de manera recurrente. Del Bosque usó entonces tres centrales (Iván Campo, Helguera, Karanka) y dos laterales convertidos en carrileros (Salgado y Roberto Carlos).
Con Xabi parece que habrá que acostumbrarse a ver esa línea de tres centrales, con los laterales más en el medio del campo. Es decir, que su idea es plantear un sistema que le ha funcionado muy bien en Leverkusen: el 1-3-4-2-1, o en su defecto el 3-4-3, aunque lo varía cuando no tiene la posesión, tratando de generar una línea defensiva de cuatro o cinco hombres. Esto es algo que ya le ha hecho saber el tolosarra al club blanco.
En este planteamiento adquieren una importancia suprema los laterales, que hacen de carrileros. Frimpong y Grimaldo han sido claves en su esquema de juego y los dos que más asistencias han repartido después Wirtz. Pero su influencia no está sólo en cómo llegaban arriba, sino también cómo sostenían al equipo sin balón, posicionándose ambos junto a los centrales para confirmar esa línea de cinco si el balón circulaba por en carril central o aún lejos de su presencia y, variar a cuatro defensas cuando estaba en una banda.
Posicionamiento defensivo del Leverkusen
En este caso, el carrilero que tuviera el balón en su costado (en la siguiente imagen, Frimpong), salta a la presión en la línea medular mientras el otro se queda posicionado atrás. Por lo tanto, queda claro que cuando no tiene el balón, el sistema cambia: pasa de línea de tres a una línea casi siempre de de cinco o cuatro más clásica.
El lateral derecho saltando a la presión
Cambio de sistema de posesión a sin balón
En todo este ideal surge la incógnita de qué jugadores elegirá Xabi porque parece que afectará a varios. ¿Carvajal de carrilero o convertirlo en central? ¿Valverde de carrilero o mejor por dentro? Estas son sólo algunas de las dudas que pueden surgir.
En cualquier caso, Alonso tampoco es un talibán de un sistema. No sólo es un técnico que se adapta a sus jugadores, sino también al contexto competitivo. Ya lo hizo en la Real Sociedad B cuando ascendió a Segunda, adaptando el equipo a su nueva realidad, en la que debía defender durante períodos de tiempo mayores, con un bloque más compacto.
En Leverkusen, el 1-3-4-2-1 le funcionó de maravilla el curso pasado y, por eso, lo utilizó en 36 de los 52 encuentros que disputó. Pero esta campaña no ha sido tan fiable y, de ahí, que haya probado más alternativas. Hasta finales de noviembre se mantuvo fiel a su esquema. Desde la entrada del 2025 sólo usó su formación fetiche el 50% de las ocasiones. A partir de ahí, probó otras formaciones.
Formaciones más utilizadas por Xabi Alonso
Manteniendo los tres centrales, ha usado también el 1-3-5-2 y no ha mostrado reparos en usar la defensa de cuatro, preferiblemente el 1-4-2-3-1 y el 1-4-4-1-1 o el 1-4-4-2. Curiosamente ha sido contra rivales de entidad cuando ha optado por los cuatro atrás. Ha sido así contra el Bayern, el Dortmund, el Inter de Milán o el Atleti, entre otros.
Formaciones utilizadas por Xabi Alonso en la temporada 2024-25:
- 1-3-4-2-1 (28 partidos)
- 1-3-5-2 (8 partidos)
- 1-4-2-3-1 (5 partidos)
- 1-4-4-1-1 (2 partidos)
- 1-3-4-1-2 (2 partidos)
- 1-3-4-3 (1 partido)
- 1-4-4-2 (1 partido)
Todo apunta a que Alonso contará con un plantel de primer nivel en todas las líneas cuando arranque la temporada. El verdadero desafío estará en saber cómo encajarlas, en qué orden colocarlas, para construir una idea reconocible. El otro gran reto será manejar el vestuario: convivir con tantas estrellas, gestionar egos y mantener ese equilibrio que Ancelotti supo dominar como pocos.
Presión sostenida y alta
Otro de los cambios importantes que se vislumbran es la manera en que actuará el Madrid sin balón. Con Ancelotti, el Real Madrid se volvió más pasivo, sin ir a morder arriba la salida de balón del rival. Cuando regresó al banquillo blanco en 2021 lo hizo con la idea de una presión alta, pero después de un inicio de temporada donde encajó muchos goles y se dejó puntos, decidió cambiar y meter un poco más atrás al equipo. Le funcionó y, desde entonces no cambió un planteamiento que se agudizó este curso con tres hombres de ataque que tampoco hacían mucho por presionar.
Esa no es la idea que trae Xabi, que siempre ha apostado por una presión sostenida y que arranca en posiciones avanzadas. Sus 12,6 secuencias de presión por partido esta campaña es la tercera tasa más alta de la Bundesliga (sólo Mainz y Bayern hacen más). Es importante poner esto en contexto porque hablamos del cuarto equipo de las cinco grandes ligas con mayor porcentaje de tiempo ganando en las dos últimas temporadas.
Porcentaje de tiempo que pasa cada equipo ganando, perdiendo y empatando
Decimos esto porque cuando un equipo no lleva ventaja en el marcador puede tener más tendencia a presionar para tratar de cambiar el signo del partido. En cambio, con el Leverkusen eso daba igual. Habitualmente ha mantenido la presión, sin importar si iba ganando.
Este empuje es significativamente importante arriba. El 49% de sus acciones de presión las realiza en los últimos 40 metros del campo. Esta campaña son 16 recuperaciones en campo contrario por encuentro y 8,4 son esas recuperaciones altas en los últimos 40 metros. Sólo el Bayern hace más en la Bundesliga y, en ambos casos, el Leverkusen está en el top 15 de las cinco grandes ligas.
Acciones defensivas y recuperaciones del Leverkusen
La cruz, en este sentido, es su tasa de conversión en tiros de esas recuperaciones: un 14%, la sexta más baja de la competición alemana.
Mayor asociación
Ancelotti apostaba por la libertad en ataque, confiaba en que el talento arriba resolvería incluso cuando el equipo sufría atrás. Alonso, en cambio, pone el foco en el orden. Quiere un equipo estructurado, que presione tras pérdida de forma inmediata y que avance con mecanismos claros y trabajados. La base de su fútbol es clara: controlar el juego en todo momento. Sus equipos destacan por mover rápido el balón, por la movilidad constante y por atacar los espacios sin parar.
La calidad de los pases nos da mucho control. Pero después tenemos que cambiar el ritmo
“La calidad de los pases nos da mucho control, sobre todo en la primera fase con los defensas y los centrocampistas. Pero después tenemos que cambiar el ritmo. Tenemos que meternos detrás de los centrocampistas”, ha afirmado en alguna ocasión. Es un mecanismo que ha desarrollado a la perfección en Leverkusen, donde el equipo se ha mostrado como uno de los más fiables, destacando por sus pases hacia adelante y a la hora de superar rivales con pases verticales o identificar línea de pase bajo presión.
Rendimiento del Leverkusen a través de los pases
En fase de creación, los laterales tienen un papel fundamental dentro de ese 1-3-4-2-1. Se les pide que encuentren líneas de pase verticales y que conecten con los jugadores entre líneas. Los centrocampistas, por su parte, reciben muchas veces de espaldas y bajo presión de forma intencionada, con la idea de atraer al rival y luego castigarle con pases a zonas libres. Lo hace formando triángulos gracias a lo que se conoce como ‘el tercer hombre’.
Formando triángulos
Veamos un poco mejor esta secuencia como ejemplo, sacando el balón desde atrás en el encuentro ante el St. Pauli. El atacante rival se aproxima al poseedor del balón, que lo cede atrás al central. Este espera a que le llegue la presión antes de pasar al otro hombre del mediocampo.
Secuencia de pases
Este, cuando recibe, espera para atraer al rival de la medular y generar un espacio a su espalda. Es entonces cuando vuelve con el compañero que comenzó la secuencia, que espera para lanzar el balón hacia adelante contra un rival desarbolado ya en el centro.
Secuencia de pases
Secuencia de pases
También utiliza este sistema en posiciones avanzadas para penetrar las defensas. Aquí una rápida muestra.
Secuencia de pases
Posesión amenazante
A Xabi le gusta tener el control del partido, pero no de manera artificial. Alonso quiere que su equipo tenga el balón constantemente en el último tercio del campo. La idea es subir el balón lo más rápido posible para ejercer presión en torno al área.
Si usamos la métrica Inclinación del campo, que mide la cuota de posesión de un equipo en el último tercio del campo respecto a sus rivales, en las dos temporadas completas en el Leverkusen ha sido el quinto que más ha tenido de las cinco grandes ligas (68,1%). Sólo hay que ver qué ‘sospechosos habituales’ hay por encima para entender en qué nivel se ha movido el equipo alemán a las órdenes del tolosarra.
Inclinación del campo en el Big 5 en las dos últimas temporadas
No se trata únicamente de tocar el balón en esa zona, sino de generar peligro. Y para ello es vital los movimientos de los jugadores sin la pelota. Ahí también encontramos una idea clara. Xabi incide en los movimientos a la espalda de la línea defensiva, así como ocupando espacios en el área para recibir y finalizar y en los apoyos verticales y horizontales para superar rivales. Son aspectos en los que ha destacado el Leverkusen por encima de la media del resto de equipos.
Rendimiento ofensivo del Leverkusen
A Xabi Alonso está claro que le gusta el fútbol de posesión y, a través de este planteamiento, el Leverkusen ha marcado la mayoría de sus goles. Sin embargo, es en fase de transición defensiva donde encaja la mayoría de los tantos. Ahí es donde debe tener cuidado su Real Madrid.
Estas son las principales líneas del ideario de Xabi que trasladará a Chamartín. En cualquier caso, Alonso sabe de sobra que todo este ideal está condicionado a una premisa básica: la calidad de sus futbolistas: “Sabemos lo que queremos hacer. Luego, deben ocurrir otras cosas. El talento natural de los jugadores tiene que aparecer. Y son cosas que no se pueden entrenar tanto”.